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domingo, 24 de julio de 2011

Mi profe y su taller de escritura autobiográfica

Hace varios años (no quisiera ponerme a contar cuántos... uf) llegué al Taller de la Profe Fernández con muchas ganas de escribir y pocas herramientas para hacerlo. La Profe no solo me enseñó recursos literarios en un ambiente ajeno a lo "intelectuoso", también me enseñó a no rendirme, a confiar en mí misma y a buscar mi propia voz y mi propio estilo. Desde entonces, y aún habiendo dejado de ser su alumna, nuestra relación continuó por el carril de la amistad y el respeto mutuo. Actualmente, Graciela está dando un taller del tipo presencial en la Biblioteca de Río Ceballos (ciudad en la que reside), así que les traigo sus palabras de invitación a compartir con ella sus inquietudes. Y para los que no están lo suficientemente cerca como para asistir, también tiene abierto un cibertaller en el que se pueden anotar. Para mayores datos, pasen por Blog y comuníquense con ella (de parte mía, claro...jejeje).


TALLER DE ESCRITURA AUTOBIOGRÁFICA
(Por Graciela Fernández)
Suele ocurrirme que, al comentar que soy correctora de textos y escritora, muchos me dicen que les encantaría escribir pero no se animan. Y algunos, con la ilusión brillándole en los ojos, confiesan que quisieran escribir la historia de sus abuelos, de sus padres y hasta la suya propia, para que la lean sus hijos y nietos, pero que no saben por dónde empezar ni cómo hacerlo.
A todos les digo lo mismo: cualquiera puede escribir. No llegará a ser un escritor profesional, porque para eso sí hacen falta condiciones especiales, pero mediante la escritura aprenderá a conocerse mejor, a poner orden en su mente, y podrá conservar para siempre en papel sus recuerdos, sus pensamientos, sus ideas.

La escritura es terapéutica. Al escribir uno se expresa, moviliza las neuronas, despierta y libera emociones que creía dormidas. Escribir nos ayuda a dar un paso al costado y situarnos como observadores, y desde esa posición, podemos revisar mejor lo que nos pasa, lo que sentimos, lo que nos duele, lo que nos molesta, pero también rescatar y revalorizar lo que nos hace felices.
No es casual que grandes escritores de todos los tiempos se hayan inspirado en sus experiencias traumáticas o dolorosas, los recuerdos de su infancia, los miedos, las culpas, los secretos familiares y otras vivencias personales para darle forma a sus obras. Lo autorreferencial o autobiográfico no fue, ni es, ni será ajeno a la literatura, ni siquiera entre quienes pretenden escribir ficción en su estado puro.

A la hora de plantearnos sobre qué escribir y cómo hacerlo, hay distintas opciones. Podemos incursionar en la creación literaria en cualquiera de sus géneros: poesía, cuento, novela, ensayo, etc., que de alguna manera nos obligan a estar pendientes de las formas y el estilo. Pero quienes no tienen la intención de convertirse en escritores pueden comenzar con algo mucho más sencillo: la escritura autobiográfica. El escribir sobre uno mismo, desde uno mismo y para uno mismo.

Elegí para mi taller esta última opción, la de la escritura autobiográfica, por las siguientes razones:

- Está al alcance de cualquiera. Para escribir sobre uno mismo no hace falta ser un gran lector ni tener conocimientos de literatura.

- Es una herramienta de probada eficacia para ejercitar la memoria.

- Ayuda a desbloquear emociones, a derribar prejuicios, a reconciliarse con el pasado, con uno mismo y con los demás.

- Nos permite mirar desde otra perspectiva hechos traumáticos o trágicos, perdonar o perdonarnos, y elaborar duelos no resueltos.

- Nos acerca a nuestros pares, al descubrir que, más allá de los matices personales, somos miembros de una generación con una impronta propia.

- Permite que nuestros hijos y nietos nos conozcan mejor y nos comprendan más.

- Eleva la autoestima, porque nos permite ver que hemos tenido una vida que nada tiene que envidiarle a la de las novelas, y que cada uno de nosotros es un ser único e irrepetible. Pero también nos da una perspectiva menos dramática de nuestra propia realidad, permitiéndonos reflexionar y darnos cuenta de que todos tenemos problemas, dolores y alegrías parecidos.

- Practicada en el marco de un taller, la escritura autobiográfica aumenta la empatía y la comprensión, ayudándonos a crear lazos afectivos basados en respeto y la tolerancia. 

2 comentarios:

Graciela Fernández dijo...

¡Gracias mil por la promo, Isabel! Estoy puliendo detalles del cibertaller, ni bien lo tenga listo serás la primera en saberlo. "Endemientras", contá conmigo para divulgar el blog y todo lo que publiques en él. Marketing viral, que le dicen. Un poquito caminando y otro poquitito a pie llegaremos a Roma, seguro. Abrazo feliz. GRA.

LAURA dijo...

un blog muy interesante! hola soy laura de perla-laura, muchas gracias por tu visita y sobretodo por apuntarte a mi sorteo. un saludo y hasta otra !