Preparando las valijas, aunque nunca tengo mucho que llevar...

El próximo viernes estoy partiendo hacia Buenos Aires. A disfrutar de familiares y amigos con los que he tenido que armarme una agenda para poder aprovechar los pocos días que estaré allí.
Un rally que arranca con la visita a mi queridísima Celia, a quien suelo caerle en el departamento siempre con los pelos parados de semejante viaje en micro para tratar de compartir en las horas que podemos estar juntas todo lo que no nos contamos y todo lo que no nos abrazamos a lo largo del año conversando por internet.
De ahí mismo, y con el bolsito a cuestas, marcho a la reunión de mis amigos escritores, a gozar de la noche de los museos en su compañía y a compartir unas pizzas seguramente intercaladas con excelente conversación. Luego, me subiré con Carlos al tren que nos lleve hacia su casa porque prometí cocinar el domingo para su familia y, si hago a tiempo, veré a Alicia sobre el filo de la tarde, que vive unas cuadras más allá.

De lo de Alicia marcharé hacia casa de Nélida y seguramente el tiempo que podamos estar juntas también me parecerá poco comparado que en el tiempo que hace que no nos vemos. Después, de vuelta a capital, buscaré la alegría de mis sobrinos y el reencuentro con mis papis (papá cumple años y ya estaremos de festejo). El 18, me espera la presentación de la antología del Mujica Lainez, compromiso al que asistiré con cariño y orgullo por ser una de sus integrantes, por llevar la bandera de mi pueblo y porque me encontraré en persona con Liliana Allami.
Procuraré hacerme una escapada antes del retorno para visitar a otros amigos con los que aún no combiné nada porque no sé ni cuántos días podré quedarme.
De veras que es un rally. Es casi como darse una inyección de adrenalina, siendo que estoy acostumbrada a la calma de mi pueblo, a la lentitud y que aquí no pase nada. Espero volver cargada con toda la energía que me da siempre el cariño con que me esperan y me miman.

Abro la invitación a la reunión de escritores el sábado doce. Si alguien quiere asistir y, de paso, conocernos, puede venir tranquilo de que no somos un grupo cultoroso, más bien somos un grupo impresentable. Impresentable pero siempre dispuesto a contar con amigos nuevos y a pasarla bien. Basta que me manden un mensaje a mi correo diciéndome que quieren venir, y les paso la data por privado.

Así que ya estoy armando mi bolsito, livianito como siempre (a la ida, porque después a la vuelta termina pesando una tonelada). Espero verlos allá a los que estén visibles. Igual falta, pero ya me estoy ilusionando. =)