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sábado, 20 de agosto de 2011

Un bellísimo descubrimiento

Unos días sin teclado me han tenido virtualmente muda y han impedido que pudiera hacer este comentario que desde hace un tiempo tengo de ganas de hacer.
Nunca fui muy bloguera. Es decir, sobre que nunca quise tener un blog, el paseo por los blogs de los amigos se limitaba a leer lo que exponen y dejar de vez en cuando un comentario. Pero nunca me salí de la ruta prefijada de blogs de los amigos, con menos razón para salirme si los contenidos de los probables sitios no tenían específicamente algo que ver con mis intereses.
Sin embargo, en las últimas semanas me decidí a hacer un recorrido más amplio, interesándome por algo más en cada lugar al que llegaba llevada por el azar de google. Así me interesé no sólo por los contenidos sino también por los continentes y por los fundadores de esos continentes, metiéndome en sus diseños y sus perfiles y llevándome gratísimas sorpresas.
He descubierto una comunidad extraordinaria, compuesta en su mayoría por gente muy joven. Y lo de joven, lo recalco porque mi viaje ha transcurrido por blogs dedicados a los libros, las artesanías y la cocina, y me ha llamado gratamente la atención descubrir un renovado entusiasmo por la lectura sobre todo (también por la escritura) en los adolescentes (esos mismos que los viejos criticamos y decimos que ya no leen) y en la recuperación de antiguas recetas de familia (en un mundo tan tecnologizado en el cual ya no hace falta hacer una pastaflora porque la venden mucho más económica en la pastelería de la esquina). Las artesanías me plantearon una duda aparte: reconozco que la crisis laboral nos pone a cuentapropistas y muchos de los blogs resultan ser el modo de promocionar la mercadería. Pero en todos los blogs en los cuales he estado, prima un intercambio humano de calidez y camaradería impresionante.
Antes, me daba la sensación de que quien mantenía un blog con la debida actualización que requiere mantener entretenidos a sus seguidores, seguramente contaba con mucho tiempo libre. Pero a medida que fui imbuyéndome en los datos y en los comentarios de estos blogueros, veo que no es así. La mayoría de ellos son estudiantes de escuela secundaria, o recién iniciados en la universidad, muchos de ellos tienen un empleo y lo que menos hacen es utilizar su blog como catarsis de sus problemas o para protestar. Contrariamente, y siendo que habitan países de cuyos ciudadanos he visto en Facebook quejas variadas sobre el gobierno y la sociedad, en esos blogs esto desaparece por completo y cede el lugar a una especie de “ciudadanía universal”, un pertenecer a un mundo sin fronteras y aflora una generosidad sin medida que se refleja en sorteos, regalos y comentarios amables por doquier.
Con respecto a esto de los sorteos, he visto en un blog, por ejemplo, un sorteo de una artesanía cuyo valor comercial es obviamente menor que el que le costará al bloguero el envío internacional, he visto fotografías de premios envueltos en hermosos papeles, acompañados de otros objetos que el remitente agrega como atención absolutamente personal, que muestran una dedicación que va más allá de la generosidad, entrando directamente en la definición de detalle afectuoso. Algunos de los blogs (sobre todo los de libros) consiguen que las editoriales les cedan ejemplares para estos eventos. Pero la mayoría son costeados por los blogueros y elegidos con sumo cuidado (a veces a través de una encuesta previa).
En este recorrido maravilloso que hice, quiero destacar mi visita al blog “Historias de una gaviota”, cuya dueña de casa: Cristina Caviedes, no solo da la bienvenida a cada recién llegado que se anuncia, sino que además responde los mails y los comentarios con celeridad y con un cariño por el cual da gusto volver a comunicarse con ella. No menciono uno por uno, sería imposible, como también es imposible visitarlos a todos a diario. Me he abierto una carpeta en “favoritos” y trato de, siguiendo el orden, pasarme por cada uno cada una semana al menos aunque así me pierda algo.
Ahora bien, con todo lo que tengo que hacer… con mis obligaciones ya adquiridas, los grupos a los cuales pertenezco, las tareas que debo cumplimentar en tiempo y forma más otras responsabilidades (de las que no he de hablar aquí, porque prometí que este sería un blog para otros y no para mí) y, además, mi propia vida (que no es fácil), ¿por qué me embarco en esta nueva actividad? Pues porque siento que no podemos dejarlos solos. Que lo que hacen con tanto amor merece ser acompañado. Que están tratando de comunicarse y comunicarnos lo que hacen y lo que tienen como afición, por tanto merecen que nos interesemos.
Eso era, chicos, sigan blogueando que yo estoy aprendiendo a la par de ustedes.
Un abrazo   

2 comentarios:

Nyra dijo...

En un breve resumen lo has dicho todo, la blogosfera es todo eso y màs. En mi caso he ganado amistades maravillosas con gustos afines con quienes me identifico aun màs que con mis amigos de toda la vida. Espero que tu paso por este fabuloso mundo sea de muchos años.
Besos

Brocheastur dijo...

Hoy he descubierto tu blog,y te dire que me ha encantado,desde hoy tienes una nueva seguidora.
Gracias por apuntarte a mi sorteo,espero que tengas muchas suerte.
Un besin.