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domingo, 2 de octubre de 2011

El reto de los 30 libros - día treinta

En fin, hemos llegado al final del desafío. Pero como decíamos con Rolcón, acá hay items que se sienten ausentes. Así que por unos días, yo seguiré haciendo el reto con esos items que siento que faltan, aunque no son muchos.

La consigna del día es: un libro que puede salvar vidas.

Salvando las graciosas ideas de poner por aquí manuales de supervivencia y técnicas de resucitación, pienso en que la consigna apunta a algo que no sea técnico pero cuyo contenido igual sirva para sobrevivir y resucitar.
Viéndolo de ese modo:

¿Por qué a mí, por qué ésto, por qué ahora?, de Robin Norwood.





Tengo especial predilección por Robin Norwood. Lo primero que leí de ella fue Las mujeres que aman demasiado. Me pareció un libro que tenía que leer todo mundo. Mujeres, hombres, todos. Desde entonces, he buscado sus libros anteriores y posteriores, y cada vez que me sumerjo en uno me siento como en casa, conversando con una amiga. Tengo un pensamiento tan afín con esta señora, que aunque soy crítica y escéptica por naturaleza, hasta aquello que no me cuaja en un inicio acabo entendiéndolo a fuerza de darle la oportunidad de explicármelo.

No voy a decir que los libros de Robin Norwood me salvaron la vida. Porque no es así. Pero me enseñaron a vivirla mejor.

La pregunta que sirve de título al libro de Robin Norwood, psicóloga y divulgadora de gran éxito, con obras como “Las mujeres que aman demasiado”, es una de las más escuchadas en la consulta de cualquier profesional de la psicología. El paciente tiene un problema e intenta resolverlo, pero al mismo tiempo quiere entender por qué.

Es una pregunta que puede plantearse ante múltiples situaciones cotidianas. Una separación traumática, la pérdida de un hijo joven, una debacle financiera...

Las adversidades afectan a nuestra psique y pueden sumirnos en la tristeza y la incomprensión. Un paso fundamental para superar este estado, más allá de los tratamientos farmacológicos y de las terapias profesionales, o de las palabras de consuelo que otros puedan ofrecernos, es aprender a enfrentarnos a ello de una forma afín a nuestra forma de ver la vida. Por eso, el libro de Norwood no debe tomarse únicamente como una obra de autoayuda. La autora inicia ésta con su propia experiencia, no poco dramática, después de una época de éxitos que se estropeó en poco tiempo. Y nos cuenta qué hizo para superarlo, incluyendo un sorprendente acercamiento a las paraciencias, que nunca antes le habían interesado pero que, si bien no necesariamente le daban respuestas, sí le permitieron abrir la mente para pensar de forma más amplia ante lo ocurrido.

Norwood, escritora de renombre, va por supuesto más lejos: aprovechando su capacidad de comunicación y de entrar en contacto con la gente, aprendió mucho sobre lo que les ocurrió a otras personas, y, sobre todo, qué hicieron ellas para avanzar en su vida. La exposición de cada caso tiene algo de novelesco, pero de este modo el lector entiende mejor las circunstancias de cada uno y su evolución. Estudiándolos se extraen líneas de actuación que pueden enumerarse y que, aderezadas con buenos consejos, deberían servir para superar este tipo de situaciones.

Si el lector busca algo más que la psicología tradicional para resolver los problemas a los que se enfrenta, el libro de Robin Norwood le servirá de ayuda.

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