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viernes, 14 de octubre de 2011

Novia que te veamos, de Liliana Allami

Mi cariño por Liliana Allami nació hace tiempo. Me atrevo a calificar como cariño lo que siento por ella, por la escritora que está tras los cuentos que admiro, porque a través de sus escritos he descubierto a un ser humano entrañable que, aunque sea en medio de sus ficciones, se deja traslucir quizás sin que ella se dé cuenta.

Mi primer encuentro con Liliana se dio hace muchos años. Durante una de esas campañas de pase de libros. Me explicaré para los que no conocen las campañas: se trata de pasar un libro que a uno le haya gustado y recibir un libro de manos de otro, y así, seguir pasando el libro recibido, sin ya saber a dónde fue a parar. Cuando entregué mi ejemplar, recibí a cambio "Un impulso escondido" -el primer libro de Liliana-.



Me lo leí en una sola noche. Tal fue la sensación de pertenencia que sentí al leer sus cuentos que no pude volver a pasar el libro. En mi turno de entrega di otro. Y me quedé con "Un impulso escondido". Pasó a ser uno de mis libros preferidos. Lo releí muchísimas veces. Generalmente vuelvo a él cuando necesito reencontrarme con el lenguaje femenino, con las sensaciones de mujer en medio de la realidad cotidiana. Es un libro maravilloso, pero no es ese del que quiero hablar hoy.

Las circunstancias, el destino, vaya a saber qué titiritero que maneja los hilos del tiempo, quiso que Liliana y yo acabáramos entablando una conversación por correo electrónico con la mutua promesa de encontrarnos algún día a tomar un café. Luego de manifestarle mis sensaciones sobre "Un impulso escondido", Liliana tuvo la amabilidad de enviarme otro de sus libros: "Novia que te veamos".



Ya su anuncio del envío me había puesto ansiosa. No es lo mismo leer un libro así nomás, que leerlo recién enviado por su autor, con una dedicatoria afectuosa y todas las ansias palpitando en la piel y en el corazón porque "ese" libro viene de parte de alguien a quien se admira mucho. Mi alegría al recibirlo, al rasgar el sobre y leer la dedicatoria, no tiene descripción. Me la guardo para mi íntimo álbum de emociones privadas.
Apenas abierto fui directo a leerlo, empezando por el cuento que le da título al libro. Una maravilla, no puedo hacer resúmenes ni reseñas sin spoilear las historias, ya que al tratarse de cuentos breves eso es imposible. Pero la sensación de haberlo vivido alguna vez, de que alguno de sus pasajes me pertenecen por vivenciados, al leer a Liliana es inevitable.
Recién después de acabar con el cuento "Novia que te veamos" fui al inicio y empecé a leer como corresponde. Todos los cuentos son así, dejan entre los labios ese sabor de remembranza, y entre los dientes ese grito que dan ganas de soltarle a la protagonista, como un consejo, porque desde fuera es fácil pensar que la solución para el problema de la protagonista está al alcance de la mano. Pero todas esas protagonistas somos nosotras. Mujeres de carne y hueso que en la vida real no encontramos con facilidad la solución a nuestros problemas. Por eso son tan humanas las mujeres de Liliana. Por eso las quiero tanto.

Una mención aparte para "La grieta". Ya había leído el cuento, porque luego de "Un impulso escondido" me dediqué a rastrear obras de Liliana por la web y "La grieta" está publicado en alguna página de la cual ahora no recuerdo el nombre. "La grieta" ya me había impresionado en aquella oportunidad. Esa sensación de retorno al hastío sin resistencia, de despojo, de desamparo, volvió a latir en mí cuando lo releí esta vez en el libro.

Y otra para "¿Mamushka, vas a venir a conocer mi casa?", el cuento del final. Terrible descripción de la mamushka que quizá somos, de la que tuvimos, de la que no querríamos ser. Me pegó en el medio de la frente como un balazo.

"Novia que te veamos" es un libro puro Liliana. Puro mujer. Netamente femenino en su forma de pintarnos un mundo cotidiano. Un libro que da gusto.

Espero poder leer pronto los otros dos libros que aún no tengo: "Para mí que fue por eso" y "Eso sin nombre". Quiero aclarar que Liliana no está enterada de que estoy escribiendo esto. Su libro me fue obsequiado desde su generosidad y su afecto sin esperar a cambio una reseña o una recomendación, sin que ella supiera que tengo un alias, una rosada Indiana Red que de tanto en tanto bloguea. De lo que va a enterarse cuando le envíe el enlace a este post y espero que sepa perdonar que no se lo haya revelado, que haya conservado este inocente secreto a la par de otras de mis intimidades.

Un abrazo, Liliana. Muchas gracias por todo el bagaje de emociones que tus libros traen entre sus páginas sin que sepas que sos la generadora de esa impronta.

Dejo el enlace a uno de los puntos de venta que encontré googleando.
Nos vemos!!!

http://libreriahernandez.com.ar/ficha_del_libro.spy?bookId=258514

Liliana Allami nació y reside en Buenos Aires. Es Licenciada en Química.
Publicó los libros de cuentos: "Para mí que fue por eso" (GEL, 1997); "Un impulso escondido" (GEL, 2001), "Eso sin nombre", (Alción, 2004) y "Novia que te veamos" (Alción, 2008).
Ha participado en antologías y suplementos culturales. En 2007 obtuvo Mención de Honor en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires por "Novia que te veamos".

2 comentarios:

Sara&Eva dijo...

Muchísimas gracias por participar en el sorteo! En los próximos días sabremos quién es el ganador :)
Un beso monstruoso!

Tendencias Mia dijo...

Hola, Te felicito por el blog, me sumo!!!
Te paso el mio:
http://tendencias-mia.blogspot.com/

Besos