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jueves, 15 de septiembre de 2011

El reto de los 30 libros - día trece

La consigna del día es: el primero que leíste.

Gran problema recordar el primer libro que leí completo... sé que empecé a leer de muy pequeña y que era bastante voraz. Pero no tengo un registro de algún libro en aquella época. Recuerdo las revistas de historietas (que en casa abundaban) y las Selecciones. Pero no un libro completo en mi infancia. Hay un "El Principito", dedicado por mi tío Horacio, que logró sobrevivir a las inundaciones y al incendio y, actualmente, bastante maltrecho duerme en una bolsa de nylon como un lindo recuerdo en cuya portada puede leerse "para mi sobrina preferida". Pero no recuerdo haberlo leído aunque seguramente lo hice. 
Me da la sensación de que este item del desafío, no se refiere a un libro así. Sino más bien al primer libro que podamos recordar haber leído completo (con detalles de la situación)... y para recordarlo tiene que habernos dejado alguna huella (cosa que El principito nunca hizo por más bonito libro que pueda ser).
Tomando esta idea para la premisa, tengo que mencionar mi primer recuerdo de un libro entero:

El chacal, de Frederic Forsyth. 



No era mío. Y no pedí permiso para leerlo. Por eso tengo el registro patente de cuando lo saqué a escondidas del ropero de mi tío y me lo llevé en puntas de pie para esconderlo en mi pieza. Me lo leí en un día, de a escapadas de las cosas que me mandaban a hacer para poder seguirle el hilo.

La verdad, si lo hubiese pedido, es probable que me lo hubieran prestado. Pero no sé por qué en mi cabecita pensé que no lo harían y que tendría que leerlo a escondidas.
Lo devolví antes de que el tío notara la ausencia. Y lo saqué a escondidas varias veces más para releerlo. Me gustaba mucho. Abría ante mis ojos la primer historia de "otra gente", una historia sin dibujitos.

Pasado mucho tiempo me hice de un ejemplar propio, aquel tenía la tapa blanca, creo que pertenecía a una serie de publicaciones de bolsillo. He vuelto a leer El chacal muchas veces, y siempre me queda esa cosa de esperar que el final sea otro, que le vaya bien al protagonista. 

Excelente novela de Frederick Forsyth. Trata sobre un asesino que en los años 70 intenta matar a DeGaulle, el presidente de Francia. El libro sigue paso por paso todos los preparativos del tipo, y cuenta con detalle obsesivo cada una de las cosas que hace: cómo consigue documentos falsos, cómo fabrica un arma, etc. etc. Cuando digo que es obsesivo, no estoy exagerando. A medida que vas leyendo te va dando la sensación de que se trata de un manual para asesinos. Sospecho que a los postulantespara trabajar para la CIA les hacen leer este libro: Así de realista es.

1 comentario:

Meli ^^ dijo...

Muy tierna la dedicatoria de tu tío ^^

No conozco este libro, pero suena muy bien. Me gusta este genero :D

besito

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